Guardamos secretos, tenemos que hacerlo. Pero no todos los secretos pueden ser guardados.
De algún modo, la traición no se puede evadir. Cuando nuestro cuerpo nos traiciona, la cirugía a menudo es la llave para la recuperación. Cuando nos traicionamos los unos a los otros, el camino de la recuperación es el menos claro.
Hacemos lo que sea para reconstruir la confianza perdida. Y si hay heridas, algunas traiciones son tan profundas que no hay modo de reparar lo que está perdido. Y cuando eso ocurre, no hay nada que hacer más que esperar ...
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