TREN...

JUEVES (11 DE MARZO) - LA OREJA DE VAN GOGH

Si fuera más guapa y un poco más lista,

si fuera especial, si fuera de revista,

tendría el valor de cruzar el vagón

y preguntarte quién eres.

Te sientas enfrente

y ni te imaginas que llevo por ti

mi falda mas bonita,

y al verte lanzar un bostezo al cristal

se inundan mis pupilas.

De pronto me miras,

te miro y suspiras,

yo cierro los ojos tu apartas la vista,

apenas respiro me hago pequeñita

y me pongo a temblar.

Y asi pasan los dias de lunes a viernes,

como las golondrinas del poema de Bequer,

de estacion a estacion,

de frente tu y yo va y viene el silencio.

De pronto me miras, te miro y suspiras,

yo cierro los ojos tu apartas la vista,

apenas respiro me hago pequeñita

y me pongo a temblar.

Y entonces ocurre, despiertan mis labios,

pronuncian tu nombre tartamudeando,

supongo que piensas que chica mas tonta,

y me quiero morir.

Pero el tiempo se para, te acercas diciendo,

yo aun no te conozco y ya te echaba de menos,

cada mañana rechazo el directo y elijo este tren.

Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado,

un dia especial este 11 de marzo,

me tomas la mano, llegamos a un tunel que apaga la luz.

Te encuentro la cara gracias a mis manos,

me vuelvo valiente y te beso en los labios,

dices que me quieres y yo te regalo el ultimo soplo de mi corazón

CAER...

Salgo de casa tan temprano que aún el sol no se ha percatado que tiene que salir, y pienso que volveré a casa con la misma oscuridad. Camino por las calles solitarias esperando encontrar alguna cara amiga pero sólo veo desconocidos como yo, que a esas horas, caminan divagando pretentiendo encontrar algún tipo de señal.

Hace algo de frío. No mucho, ya que no me hace falta esconder la barbilla dentro del pañuelo que llevo puesto en el cuello. Es de esos de cuadros que tan de moda se han puesto últimamente.

Me pongo los auriculares para escuchar algo de música. Necesito escuchar algo aparte del ruido de mis pies al chocar con la acera. No llevo tacones pero aún así se nota mi presencia al caminar.

Me siento sola. Medito en todo el trabajo que tengo por delante y con todas las personas con quien mantendré una leve conversación, pero aún así me siento sola. Dicen que cuando estás rodeada completamente de gente y sientes esa soledad, es cuando más alejada del mundo te encuentras.

Miro el reloj. Voy bien de tiempo. Estoy agotada y no tengo nada de ganas de trabajar pero madrugo y voy camino del hospital. Ese lugar tan temido para algunos pero tan deseado para mi en estos momentos.

De pronto mi respiración se empieza a acelerar. Pero intento evitar ese acumulo de sensaciones que aparecen de repente. No necesito esto ahora, no lo necesito. Unas tímidas lágrimas empiezan a caer por mis mejillas pero me grito interiormente: NO LO NECESITO!!!

No lo necesito, no necesito caerme ahora, ya me he caído suficientes veces...

No me caeré otra vez...otra vez NO!!!...

Sin darme cuenta ya estoy girando la esquina que me lleva hacia la puerta del hospital. Las puertas se abren automáticamente y una fuerte brisa me atrae ese olor tan característicos de los hospitales. Me paro bruscamente y disfruto de ese momento y pienso:

' Al fin estoy en casa '...

VÍNCULOS...

Es intenso, lo que ocurre en el hospital, cuando hay vidas en peligro y el cerebro se te revuelve como si fuera de plastilina.

Formas un vínculo con los compañeros de trabajo que tienes al lado. Un vínculo irrompible e indescriptible.

Es algo íntimo, el unirse de esa manera.

Te guste o no, les guste o no, nos convertimos en una família.

Los lazos que nos unen son en ocasiones imposibles de explicar. Nos conectan, hasta cuando parece que los lazos deberían romperse.

Algunos vínculos desafían la distancia, el tiempo y la lógica...

Y, algunos lazos, simplemente están hechos para existir...